Un grupo de reclusos del Centro Penitenciario Murcia 1, en Sangonera (Murcia), acompañados por voluntarios y profesionales del mismo, tuvieron la ocasión de disfrutar de una jornada de convivencia en Madrid invitados por la Real Federación Española de Fútbol y la Fundación Real Madrid, entidades que tienen suscritos sendos convenios de colaboración con Instituciones Penitenciarias.
Los participantes en la actividad encuadrada dentro del programa de Salidas Programadas disfrutaron de la oportunidad de visita el Museo del Fútbol que se encuentra en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Los asistentes realizaron un recorrido por la rica y dilatada historia de la selección española, además de contemplar la Copa del Mundo que conquistó el equipo dirigido por Vicente del Bosque en Sudráfrica 2010.
Posteriormente, invitados por la Fundación Real Madrid, que tiene una escuela en el Centro Penitenciario, los internos y sus acompañantes visitaron el museo del club madridista en el estadio Santiago Bernabéu, una actividad previa a la celebración en la Ciudad Deportiva de Valdebebas de un encuentro de fútbol con un grupo de veteranos del Real Madrid. Entre los exfutbolistas que compartieron su tiempo con las personas privadas de libertad se encontraban Emilio Butragueño, actual director de relaciones externas del Real Madrid, Paco Buyo, Rubén de la Red, Isidro, Vallina, Sabido, Roberto Rojas, Iván Pérez, Ramón Cobo, Geni y el totanero Miguel Porlan 'Chendo', delegado del primer equipo. Tras el encuentro, que fue una experiencia inolvidable tanto para los internos como para sus acompañantes, la Fundación Real Madrid invitó a comer a la delegación murciana, teniendo la ocasión los participantes de fotografiarse y pedir un autógrafo a sus ídolos.
El coordinador de la actividad, Juan Carrión, destacó los efectos positivos que suponen para las personas privadas de libertad tener la posibilidad de participar en una salida de este tipo, en la que se tienen muy presentes como el compañerismo, el trabajo en equipo y la adquisición de los valores intrínsecos del deporte.
Al término de la jornada, que también incluyó una visita cultural por el Madrid de los Austrias, estas fueron algunas de las reflexiones de los internos que participaron en la convivencia:
"Subirme al autobús sin esposas en las muñecas. ¡Dios, qué sensación!".
"Al traspasar los muros de la cárcel todo cambió; presos y funcionarios nos convertimos en personas que se juntaban para pasar un día ameno y agradable".
"Las salidas programadas… Punto y aparte en la rutina de cada día. Un soplo de aire fresco".
"Las salidas programadas: tiempo libre en el que dejamos de ser lo que somos para ser lo que nos gustaría ser".
"Las salidas son un bálsamo que alivian nuestras penas y dan energía a nuestras vidas".
"No es sólo el tiempo lo que cuenta, sino la sensación que se percibe cuando se está fuera de aquí. Eso, eso no se puede medir".
"Después de tanto tiempo, sentir la libertad".